La
Primera Internacional Obrera (1864-1876)
La
Asociación Internacional de Trabajadores
(AIT) o I Internacional Obrera, adoptó como
sede la ciudad de Londres y estuvo
integrada por partidos, sindicalistas,
socialistas, anarquistas y asociaciones obreras
de variado signo. El encargado de redactar sus estatutos
fue Carlos Marx. |
Marx en una alocución
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Las diversas tendencias y sensibilidades
que recogió, obstaculizaron en gran medida
su funcionamiento. |
Conferencia de la AIT en 1864 |
En 1868, a raíz
de la incorporación de Bakunin,
la AIT sufrió una polarización
que condujo a enfrentamientos entre dos tendencias
irreconciliables: por un lado, la anarquista
(con Bakunin a la cabeza),
por otro, la marxista, cuyo liderazgo
intelectual ostentó Marx. |
Episodio decisivo en la división
del movimiento internacionalista lo constituyó
el fracaso de la Comuna de París (1871), experiencia de carácter revolucionario
que surgió tras la derrota de Sedán
(1870) sufrida por las tropas
francesas de Napoleón III frente a Prusia. |
Como consecuencia,
el Segundo Imperio Francés dejó de
existir (el emperador abdicó),
abriéndose paso la III República.
Durante los primeros meses de ésta, la agitación
política y social hicieron estallar en París
una revolución que condujo
a la instauración de una Comuna obrera. |
Ejecución de comuneros |
Tras poco más de dos
meses de autogestión, las autoridades republicanas,
encabezadas por Thiers,
reprimieron sangrientamente la primera tentativa
de poner en práctica por vez primera una
sociedad liderada por la clase trabajadora. |
M. Bakunin |
El fiasco de la
Comuna de París agravó los enfrentamientos en el seno de la Internacional. En el Congreso de
La Haya (1872), los anarquistas
fueron expulsados de la organización, que
pasó a ser controlada por los marxistas hasta
su disolución en 1876. |
Las razones que llevaron a ese enfrentamiento
pueden resumirse en las siguientes:
- Marx deseaba una organización
estructurada en torno a una autoridad como forma de
reforzar la eficacia de las decisiones adoptadas.
Bakunin se oponía a cualquier
control o jerarquía. Los anarquistas se definían
a sí mismos como "socialistas antiautoritarios".
- Marx depositaba las esperanzas
de revolución en una acción organizada y preparada de la clase trabajadora, especialmente
de los obreros industriales. Bakunin
apelaba al individualismo y la espontaneidad, al tiempo
que otorgaba al campesinado un importante protagonismo
revolucionario. De hecho, el anarquismo fue más
fuerte en países de economía agraria,
como Rusia o España, que en los industrializados.
- La dictadura del proletariado como
vía transitoria a la sociedad comunista, una
de las piezas fundamentales de la teoría marxista,
era rechazada por Bakunin, al considerar
que todo tipo de Estado, inclusive uno de trabajadores,
constituía un peligro para las libertades individuales.
- La intervención de la clase trabajadora en
el juego político por medio
de la creación de partidos obreros, e incluso
su colaboración con partidos de carácter
burgués si éstos apoyasen los intereses
del proletariado, fue rebatida por Bakunin,
quien sostenía que los obreros sólo
debían organizarse en torno a sindicatos y
no intervenir jamás en política (parlamento,
elecciones, etc), ya que ello acabaría
por desvirtuar su fuerza revolucionaria.
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